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CAMBIO DE RODAMIENTOS DELANTEROS

Grado de dificultad: Alto


    En esta ocasión debemos hacer varias aclaraciones previas. Nos viene a la memoria una graciosa confesión de hace muchos años, en la que al protagonista se le paró su reloj. Debía ser muy hábil, pero su historia terminaba así: "...así que no me quedó más remedio que llevárselo al relojero en un plato sopero...". Este trabajo no entraña ninguna dificultad a los profesionales, que disponen de sobrada experiencia y además cuentan con las herramientas adecuadas. Sin embargo, para este selecto grupo en el que nuestros conocimientos teóricos están por encima de los experimentales, siempre nos planea la humillación de tener que llevar el Mini al mecánico, en partes más o menos grandes... ¿Pensaste en alguna ocasión durante tus arreglos, que si comprabas un circo te crecerían los enanos?. Si es así, estás con los tuyos y el artículo te interesará.



    Hay otro detalle importante, sin el cual no se nos habría ocurrido describir la operación. Contábamos con un mecánico de élite, que tuvo la infinita paciencia de explicarnos paso por paso todo el proceso. Todos los trucos y consejos que se van a comentar provienen de este excepcional mecánico, Jesusinho.

    Aparte de las llaves y herramientas habituales, debéis contar con un tornillo de mesa para sujetar las piezas. También debemos estar en un lugar en donde podamos dejar el trabajo a medio hacer, por si aparece algún otro componente deteriorado y hay que buscarlo. Es una tontería hacer la vista gorda con alguna pieza sospechosa, ante la posibilidad posterior de tener que volver a desmontar todo de nuevo para sustituirla.

    La primera regla de oro. Cuando se desmonta algo hay que anotar en un papel (a veces vale un pequeño dibujo) la posición de las piezas. Y relacionado con esto, hay ocasiones en que dos piezas pueden montarse indistintamente en diferentes posiciones relativas. Hay que marcar la posición original para volverlas a poner exactamente igual.

 



    Nada más quitar la rueda nos encontramos con el primer enanito "crecido". La tuerca del eje (1) superaba por poco la llave de vaso (2) mayor que teníamos (32 mm). Sabemos que no hay llaves mayores en la mayoría de las tiendas, pero mientras estábamos pensando dónde comprarla, Jesusinho nos trajo la dichosa tuerca en la mano. ¿Qué es lo que hizo?. Pues limar cuidadosamente las caras del hexágono convirtiéndolo en uno del 32. Ya sabemos lo que hay que hacer cuando nos encontremos con esos tornillos viejos, oxidados y redondeados.

    El disco del freno salió con toda la facilidad. Quedaba la mangueta que está atornillada en cuatro puntos: la rótula superior (3), la inferior (4), el de la bieleta de empuje (5) y el posterior a la dirección (6). Hay que tener cuidado con este último pues tiene una unión cónica que hace difícil separarla. Se nos dijo que esto se hace dando un golpe seco, pero interponiendo una lámina de cobre para no "machucar" las estrías del tornillo. Como no disponíamos de tales sutilezas, se roscó parte de la tuerca para repartir el golpe. Además, se buscó un apoyo con el suelo en la parte de la mangueta para que ésta no sufriera. El resto es fácil.

    Nada más que el experto tuvo en sus manos la pieza, nos afirmó que la rótula superior tenía holgura. Volvimos a examinar la rótula pero no notábamos ningún desajuste. Para convencernos, nos hizo poner la yema del dedo entre la parte móvil y la parte exterior fija. Al mover el eje, comprobamos con claridad que tenía toda la razón. Es increíble. Bautizamos el experimento como, "La prueba del dedo". El nuevo problema tuvo fácil solución. Se desenroscó la rótula, se quitaron un par de finas arandelas y se volvió a roscar superando con éxito la mencionada prueba.

    Una vez muy bien sujeta la mangueta en el tornillo se extraen los retenes exteriores (8), que no son iguales. Hay que mirar bien su posición, pues no son reversibles. Anotamos las referencias de los rodamientos (9) y de los retenes. Tener presente que se trata de un Cooper (frenos de disco) y no son los mismos que los de otros Minis.

Rodamientos: M 7071

Retenes: RFW 48-62-8 y 48-62-10

 


    Existen carísimos extractores para sustituir los rodamientos, pero la verdad es que se puede hacer sin ellos, con cuidadosos golpecicos en el aro exterior y en diferentes puntos diametralmente opuestos. No golpear los aros internos y tener cuidado de no rayar la parte interna de la mangueta. El montaje de todo el sistema es mucho más fácil.

    En las fotos se ve que se ha separado la pinza del freno de su latiguillo, por otro problema que tenía ese Mini, y que fue el motivo inicial de toda esta aventura. Es conveniente no hacerlo, porque nos veríamos obligados a sangrar el circuito. La pinza puede separarse del disco quitando dos tornillos por la parte posterior. Observad el elemento de seguridad (7). Efectivamente es un sólido tarugo de madera, porque no nos podemos fiar nunca de los gatos por muy hidráulicos que sean.

    Mientras escribíamos nos dábamos cuenta que no es nada fácil describir estas cosas, pero seguro que hay gente que habrá aprovechado alguna triquiñuela, y nosotros damos nuestro esfuerzo por bien empleado.

    El de la derecha de la foto es nuestro ingeniero jefe. La tozudez con la que afronta las dificultades, delata su origen. Jesusinho nació en Zaragoza pero se fue de joven a Brasil. Allí trabajó durante muchos años como máximo responsable de mantenimiento en una de las mayores empresas litográficas del mundo. Nos ha contado muchas anécdotas que entusiasman a todo aquél que le apasione la mecánica. En algunos de sus viajes anteriores por Europa, dice que le llamó mucho la atención el Mini pero ahora que los conoce mejor, confiesa que no sospechaba que "el carrito tuviese bigotes...".

    Jesusinho, GRACIAS.

  Javier Bescós

 

ANEXO I

    Hemos repetido la reparación con otro Mini del Club y nos apareció otro pequeño problema, dado que éste disponía de suspensión hydrolastic. La dificultad consistió en que al quitar todos los tornillos no podíamos retirar la mangueta, porque el líquido de la suspensión nos impedía retirar los brazos acoplados a las rótulas superior e inferior. Esta dificultad la resolvimos apoyando una madera desde el suelo hasta el brazo superior de la suspensión. Luego bajamos lentamente el gato que soportaba el coche, con lo que dicho brazo subió y dejó un margen suficiente entre el brazo inferior y su correspondiente rótula para extraer el conjunto. Si en el Mini verde nos costó quitar la tuerca del eje, en este segundo la debió apretar Obelix.

 

Adjuntamos un esquema que quizá aclare mejor lo que nos vamos a encontrar en el desarme.

1.- Tuerca del eje de rueda. 6.- Rodamientos.
2.- Arandela cónica exterior. 7.- Retén exterior.
4.- Cubo de rueda. 8.- Retén interior.
5.- Separador de los rodamientos. 9.- Eje de rueda.

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